Como maestros, una gran felicidad, es ver la cara de los estudiantes iluminarse cuando aprenden algo nuevo. Todos tuvimos un profesor quien hizo que quisiéramos una materia solo porque su personalidad y pasión por el tema eran suficientes para interesarte en lo que fuera.
Una buena relación profesor-alumno impacta de manera positiva el resultado del aprendizaje, la motivación y el desarrolló socio emocional del estudiante. En estos tiempos inciertos, cuando los colegios aún continúan parcialmente en línea, nuestros estudiantes tienen muchas expectativas con respecto a cómo deberían ser sus clases virtuales. Algunos seguramente prefieren una mayor interacción con sus maestros y se desempeñan mejor en el aula con mayores posibilidades colaboración. Otros podrán sentirse más cómodos con el aprendizaje en línea.
Enseñar a distancia puede ser difícil, porque construir relaciones en un aula virtual es una habilidad que se adquiere con la práctica. Sin importar donde te encuentres en tu recorrido por la enseñanza en línea, siempre puedes sacar provecho a nuevas oportunidades.
Estos son algunos concejos que aprendido en la práctica y que pueden ayudarte a que construir una buena relación en línea con tus estudiantes sea más fácil:
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Da retroalimentación oportuna
Si omites los comentarios oportunos en un ambiente de aula virtual, los estudiantes pueden sentirse confundidos.
Recuerda que ellos necesitan instrucciones y metas claras a alcanzar para sentir que están en movimiento y no solo en un día más de clase. Por ejemplo,si cuentas con un LMS, puedes usarlo para dejar comentarios escritos o de voz sobre sus asignaciones. Los mensajes de voz funcionan muy bien, ya que es casi como si pudieran sentir tu presencia. Trata de hacerlo lo más detallado y específico posible, para que sepan qué mejorar.
También me gusta pedirles a ellos retroalimentación, generalmente tienen buenas ideas de cómo hacer la clase más interesante.
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Verifica siempre los recursos
Este es un paso fundamental pues debes saber a qué limitaciones te enfrentas. Necesitas conocer bien las dificultades de tus estudiantes. Puedes crear una encuesta para ser respondida anónimamente, con preguntas sobre los dispositivos y el software accesibles para ellos. Si es necesario, trata de comunicarte con los padres y encontrar soluciones juntos.
Por ejemplo, si quieres que los alumnos usen algún tipo de software, asegúrate de que sea compatible con varios dispositivos. Si tienes una presentación de vídeo, las fuentes deben ser legibles, incluso en una pequeña pantalla de teléfono. Esencialmente, la idea es hacer que los estudiantes se sientan cómodos y no excluidos.
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Involucra los estudiantes
Un gran error es asumir que los estudiantes gustan de ser un consumidor pasivo en las clases en línea. ¡Eso no puede estar más lejos de la realidad! Les encanta interactuar en línea, siempre y cuando las actividades sean interesantes.
Déjalos hacer sugerencias, aun cuando no parezcan estar relacionadas con el tema de la lección. Hasta un juego de Ahorcadito puede servir para involucrarlos y crear un buen ambiente para la clase.
Por último, dales claridad en cuales son las metas de la lección y como el conocimiento será útil ahora y en su futuro.
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Contacto visual y lenguaje corporal
Ante la ausencia de un entorno de clase controlado, muchos profesores se encuentran perdidos. Cuando enseñamos en el aula, el contacto visual es esencial para establecer conexión con los estudiantes, igualmente, el lenguaje corporal es vital para el manejo de la clase.
En este caso, necesitas sacar el máximo de provecho a las lecciones en video, ya sean pregrabadas o durante el encuentro en línea. Trata de comprender como te ven tus alumnos, corrige y ajusta lo necesario. ¿Le hablas a la cámara? ¿Están tus manos visibles de forma que puedas mostrar más tu lenguaje corporal? En un entorno virtual, el ritmo y tono de tu voz son muy importantes.
También ayuda fingir que estás en un aula física, lo que significa que tal vez quieras vestirte bien y presentarte mientras estás de pie, al menos hasta que tengas más cancha.
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Deja campo para la diversión
Probablemente tu primer instinto es el de comenzar de una con la clase, pues siempre hay mucho por hacer. Sin embargo, cualquier docente experto en clases línea puede decirte que es mejor y más fácil comenzar despacio, tal vez con un juego o hablando un poco de trivialidades.
Puedes notar que después de un rato de clase algunos estudiantes están inquietos, es un buen momento para romper la monotonía con una actividad divertida, sin importar lo tonta que esta pueda parecer. Puedes tomar parte de ella y moverte un poco, la mayoría de las acciones en línea son básicamente sedentarias.
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Flexibilidad es la clave
Enseñar raramente se trata de seguir un guion, si algo no funciona cámbialo. Muy seguramente, tendrás que apropiar otros estilos de enseñanza, como la enseñanza híbrida, para complementar actividades sincrónicas y asincrónicas.
Por ejemplo, graba video de las lecciones que los estudiantes puedan ver como parte de su tiempo de estudios independiente. Algunos colegios hoy día alternan clases presenciales con virtuales en tiempo real, en un sistema rotativo, para reducir el número de alumnos en el aula.
Conclusiones
Construir una relación mientras enseñamos en línea te permite cambiar las cosas. Mantén las presentaciones cortas y dedica más tiempo a las actividades que incluyen la colaboración, los juegos educativos y discusiones en línea. Si tus estudiantes siente tu presencia y apoyo, puedes establecer auténticas relaciones en línea.
Graham is the CEO and Founder of CYPHER LEARNING and NEO. He is a serial entrepreneur, e-learning enthusiast, published author and educator.
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